La epicondilitis o también conocida como “codo de tenista” consiste en un dolor localizado en el epicóndilo lateral del húmero (prominencia ósea del húmero), esto es en la parte externa del codo y que en ocasiones el dolor se puede extender a la cara externa del antebrazo. Este dolor viene por una inflamación de los tendones extensores de la muñeca, siendo más predominante el extensor radial corto.
La causa más común de esta lesión son los movimientos repetitivos de codo-muñeca. Se da más frecuentemente en personas que realizan movimientos de extensión de codo y/o muñeca, como es en jugadores de pádel, tenis, uso repetitivo de destornilladores y también del uso del ratón del ordenador.
Otra de las causas puede ser una lesión en la cadena hombro-codo-muñeca. Se ha demostrado en diferentes estudios que la asimetría escapular, la rotación de hombro o la fuerza de agarre producen epicondilitis.
Pero… ¿siempre que me duele el codo es epicondilitis?
La respuesta es NO, no siempre es epicondilitis. Hay otras lesiones que producen dolor en la cara externa del codo y no son tendinopatías.
Pueden ser un problema articular de inestabilidad de codo, puntos gatillos en la musculatura extensora de la muñeca, una compresión del nervio radial a nivel cervical o también el síndrome del supinador, esto es un atrapamiento del nervio radial por el músculo supinador que
se encuentra en el antebrazo. Por todo esto, es importante ponerse en manos de un buen fisioterapeuta, que conozca bien la anatomía y que realice un buen diagnóstico diferencial de tu caso para hacer el mejor
tratamiento y en Fisioterapia RAESalud lo encontrarás.
Siiiiiii, la epicondilitis tiene tratamiento.
Actualmente el mejor tratamiento para la epicondilitis es la fisioterapia.
En cuanto, al tratamiento médico que consiste en el uso de AINES (analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos) y de corticoesteroides va encaminado a reducir el dolor a corto plazo, afectando de forma negativa a la recuperación del tendón que en muchas ocasiones producen debilitamiento e incluso rotura del tendón. En este caso, ningún tratamiento médico es mejor al tratamiento fisioterápico y sobre todo al ejercicio terapéutico basado en una reprogramación muscular y de cargas del tendón afectado. El tratamiento de fisioterapia va en caminado a la reducción del dolor, reducción de la inflamación del tendón, mejorar la funcionalidad y por tanto a la reparación del tendón.
Las técnicas más usadas son:
- Diatermia, produce una vasodilatación y favorece la recuperación del tendón
- Fibrolisis diacutánea, mediante unos ganchos se consigue romper adherencias entre tabiques musculares.
- Punción seca, para eliminar los puntos gatillo mediante agujas de acupuntura para recuperar el tono muscular.
- Cyriax (masaje transverso profundo), sobre el tendón.
- EPTE, introducción de corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura en el tendón para activar la reparación del mismo.
- EJERCICIO TERAPÉUTICO, mediante contracciones isométricas mantenidas con una progresión de cargas que el fisioterapeuta tiene que marcar mediante un protocolo. Esta es la mejor opción para la recuperación del tendón y así evitar recidivas sobre todo en tendinopatías asociadas al deporte. Un tratamiento en el que no se incluya el ejercicio terapéutico será un tratamiento incompleto y en el que seguro habrá una recidiva de la lesión.
Si tienes epicondilitis, en la clínica de Fisioterapia RAESalud estaremos encantados de ayudarte a solucionarlo. No dudes en consultarnos y escríbenos a info@fisioterapiaraesalud.com o https://es-la.facebook.com/raesalud.raquel/
Más artículos en: https://fisioterapiaraesalud.com/blog/
Raquel Espinosa Herranz
Fisioterapeuta Colegiada Nº 3408
• Diplomada en Fisioterapia, Universidad Europea de Madrid.
• Titulada en osteopatía estructural, Universidad de Alcalá de Henares.
• Titulada en osteopatía craneal y visceral, formación Belga-Española de Osteopatía (FBEO).
• Titulada en en Sd. dolor miofascial , tratamiento conservador e invasivo. Instituto de Terapias Neuromiofasciales